lunes, junio 12, 2006

Noche amiga.

Noche blanca
Edvard Munch 1901

La noche siempre ha sido mi amiga.

Tengo la misma norma desde niña: en cuanto apoyo la cabeza sobre la almohada todos mis pensamientos han ser hermosos.

Soñaba mucho. Me gustaba imaginar mil historias con finales dulces y felices. Siempre soñando con la ventana abierta. El aire fresco llenando mis pulmones y un estremecimiento en la piel al pensar en quien podía aterrizar en el alfeizar... La sombra oscura, la boca entreabierta y la niña que sin saberlo siente el roce de la voluptuosidad en la carne virgen.
De noche, en mi cama, todo estaba bien. Tenía la oscuridad para protegerme y todo el tiempo del mundo por delante antes de que llegara la mañana.

De adolescente continué dejando la ventana abierta. Me gustaba sentarme allí, apoyar mi espalda contra la estantería y fumar un cigarrillo mirando la noche. Me sentía en paz con el mundo. Todo iba a salir bien, o ¿acaso al final no sale siempre todo bien?

Estos últimos meses, en cambio, la noche había dejado de ser mi amiga. Con la llegada de la oscuridad mis fuerzas se deshilachaban y las lágrimas quemaban la piel. Y aún cuando sabía que con la llegada de la luz iba a ser fuerte de nuevo y sería capaz de ir a trabajar y dar la cara y mantenerme entera, aún sabiéndo que unas horas más tarde todo estaría bien, aquellas horas pesaban demasiado. El vacío, el absurdo de no tener por ni para qué, de no encontrar camino ni motivos para buscarlo. El cansancio de una lucha perdida antes de comenzar.

Hace poco volví a sentir parte de aquella vieja magia. El aire fresco calmando la fiebre, la luna de Mísia como un pozo de plata y la sensación de vigor y fuerza acompañando el recorrido de la sangre... "Estoy bien", dije sorprendida. Y ahora quisiera creer en Alguien a quien rezar para que esa sensación se quede conmigo y la noche vuelva a ser mi amiga.

3 comentarios:

Africanoaf dijo...

Que decir...La noche y la luna siempre estan alli, seria un buen punto para rezar suene religioso verdad??? lo sera???..., Tambien esta Misia, donde la quieras, cantando sus danças de magoas o algun otro poema hermoso, que nos desgarre los sentidos..., es bueno volver a ver la luna, la noche y ese viento que golpea tu rostro cuando mas desnudo se encuentra...
Un cigarro y las lineas que el humo lleva a mas de un papel...
Es bien linda esa noche.
Gracias.

Incensurable dijo...

Espero que la seguridad de la noche venga para no volver a irse. Pero cuidado con la ventana, que los mosquitos y los vientos del norte, fastidian más de una noche.

Anónimo dijo...

La noche de niña y hasta hace poco era lo que me calmaba, y no habia silencio comparado como cuando fumaba un cigarro con la ventana abierta. Pero perdí la chispa, algo pesimista, algo depresiva... Lo peor es que quiero llorar pero ya olvidé como.
Buenos posts, vuelvo a leer por aquí. peke