miércoles, agosto 30, 2006

Invencible Marguerite.


“Nunca seré vencida. Sólo a fuerza de vencer. Puesto que cada una de las trampas que sorteo me encierran en el amor, que acabará por ser mi tumba, terminaré mi vida en un calabozo de victorias. Sólo la derrota encuentra llaves y abre puertas. La muerte, para alcanzar al fugitivo, se ve obligada a moverse, a perder esa fijeza que nos hace reconocer en ella al duro contrario de la vida. Nos da la muerte del cisne golpeado en pleno vuelo; la de Aquiles, agarrado por los cabellos por no se sabe qué Razón sombría. Como en el caso de la mujer asfixiada en el vestíbulo de su casa de Pompeya, la muerte no hace sino prolongar en el otro mundo los corredores de la huida. Mi muerte, la mía, será de piedra. Conozco las pasarelas, los puentes giratorios, todas las zapas de la Fatalidad. No puedo perderme. La muerte, para acabar conmigo, tendrá que contar con mi complicidad”

Marguerite Yourcenar
Fuegos 1936

martes, agosto 29, 2006

Fénix.

Detalle de un Fénix. Bestiario de Aberdeen.

Acaba el verano. Se acabaron las tardes en la playa y las noches de mojito en mano en la piazzeta. He vuelto a casa, un piso recalentado por el sol donde mi gato me ha recibido con maullidos de alegría. Está bien después de que me pierdan la maleta en el aeropuerto, seis horas en el tren de la muerte, quedarme tirada en la puerta de casa sin llaves, ni coche, ni teléfono móvil... Pero está bien. Humph encantado de verme y mis amigos también. No se puede vivir un perpetuo verano, las estaciones deben sucederse una tras otra y nosotros vivirlas todas en un perpetuo juego.

Supongo que está bien volver a casa, pararse un poco y mirar alrededor. Seamos un Fénix. Hemos ardido en una explosión de fuego multicolor perfumado de especias y pronto de entre las cenizas surgirá una pequeña larva, la futura ave, la misma de siempre con fuerzas renovadas. Es momento de hacer planes, de pensar en lo que será de nosotros esta nueva temporada que comienza. ¿Será el mismo trabajo de los dos últimos años o me marcharé a Bruselas? Planes, planes y más planes. ¿Retomaré el inglés y la facultad o será demasiado con el italiano? ¿Me decidiré a ser al fin responsable e ir a la piscina todas las semanas? Tanto que aprender, tanto que soñar...

Acaba el verano, vivimos sus últimos coletazos y yo me siento renacer llena de fuerza y de vida. Como el Universo que se expande y contrae, nuestras vidas se agotan y renacen en ellas mismas. Así me convierto en una nueva Doña Aiuola y en mis ramas marchitas brotan tiernas hojas verdes. De mis frutos alimento el mundo y del mundo me alimento yo.

Y todo está bien.

jueves, agosto 17, 2006

El agujero del cuento.

El gusto del helado en el paladar; la espalda apoyada en la piedra marcada por los siglos de lluvia, viento y guerra; y un mar que rompe sobre los bastiones de esta ciudad fortificada. El sol ya esta muy bajo y hace un poco de frio. Si miras fijo el horizonte puedes jugar a que estas en un barco que avanza sobre las olas hacia nuevas tierras. Y puedes fingir que eres aquel capitan pirata que recitabamos de ninos y cantaba alegre en la popa, Asia a un lado, al otro Europa.

Aqui en cambio, a la derecha veo la sombra de Capo Caccia y sus acantilados tallados a fuerza de mar y viento (alguna vez podra haber otro Land's End? Nunca sere como aquella mujer del autobus?). A la izquierda, el paseo, con los otros turistas que como yo disfrutan del espectaculo de un mar gris que parece serio pero no deja de jugar consigo mismo en una exhibicion de coqueteria adolescente. Y a mi lado, la mochila negra donde me espera el pequeno Bastiano con la Storia Infinita derramandose sobre el mundo y mi mirada.

Las islas son rompecabezas repletos de misterios. Ni se mueven ni se estan quietas, son trampas infinitas, juegos que nos traen sorpresas y las esconden para que las busquemos luego. Como me gusta ese cuento que habla de una isla llena de agujeros que te pueden llevar a cualquier otro punto del cuento. Y eso es precisamente lo que me ha pasado a mi aqui. Entre cuevas de piratas (vale, era una turistada, pero eso no es culpa mia, jo...); playas blancas, azules y verdes y noches de verano me he caido en un agujero. Claro que yo andaba un poco despistada peleando con fantasmas para ver si a fuerza de voluntad (o ellos o yo) lograba deshacer sus sombras. Y asi, jugando y sin querer, me he caido por un agujero y he amanecido en otra parte del cuento. En esta parte, el aire es mas ligero y por la noche ya no se oyen lobos que aullan a la luna, el unico lobo que hay dice que esta domesticado. Pero yo no veo principitos domadores sino caperucitas que le han robado los zapatos a Dorothy y juegan a buscar un mago que las lleve de vuelta a casa.

Y por si acaso, yo decido que me voy a meter en el bolsillo un hilo de Ariadna para no perderme en el Bosque en una buena temporada y no volver a caerme por otro agujero pronto. Que me gusta jugar a ser una pequenaja sin miedo ni cicatrices y por ahora este cuento parece bonito.

sábado, agosto 12, 2006

Ferragosto.

Cielo nublado sobre l'Alghero. Como el dia quince es Ferragosto, fiesta nacional, los turistas han invadido mas si cabe esta isla perdida y ni siquiera hemos podido alquilar un coche para ir de excursion este fin de semana. Si el tiempo es bueno manana saldremos en velero por la costa.

Hace frio hoy. Estoy haciendo tiempo con las chicas esperando a que abran alguna tienda para poder comprarme una chaqueta.

La escuela de italiano ha sido una decepcion horrible. Solo hay dos aulas y apenas quince alumnos: un grupo de jubilados y adolescentes. Lastima desperdiciar tres semanas en Cerdena con tristezas y quejas banales.
No me gusta estar triste, lo siento, lo siento. No queria escribir siempre basura autocompasiva llena de melancolia, no queria estar siempre lloriqueando como una nina pequena porque me siento sola, y si embargo, al final siempre caigo en lo mismo. Lo siento, lo siento. Ayer estuve mas contenta. Habia recuperado mi equilibrio y paseaba por el centro de esta ciudad historica disfrutando de mi soledad y de la mirada sobre las cosas. Bebo un sorbo de mi cafe macchiato y lo saboreo. Miro un edificio con la piedra gastada como arena de playa y lo acaricio. Me hablan de civilizaciones antiguas como los etruscos y me lleno de asombro y ganas de saber para luego recordar el matrimonio Cerveteri y ponerme triste de nuevo. Pero recupero la paz. A pesar de los suenos estranos, a pesar de q estas vacaciones no son como esperaba, me esfuerzo por recuperar la paz.

Me llaman, me voy de excursion. Peccato que hoy hace un poco de frio. Tengo ganas de sol y de luz.

viernes, agosto 11, 2006

L'isola che non c'è.

Llevo ya tres dias en una isla de papel. La isla de Nunca Jamas, l'isola che non c'è. Sardegna,la isla donde estoy sin estar. Garabateo palabras en el cuaderno blanco de la escuela pero es mi cuaderno negro virtual el que echo de menos, ese cuaderno que me cuenta a unos Ninos Perdidos que me contemplan desde el otro lado.

El sol aparece y desaparece. Estoy en la playa, un lugar de arena blanca en que los pinos juegan con el agua transparente. Hace apenas unos dias que el avion planeaba sobre un pedazo de tierra oscura robada al mar, lejos de una carretera donde la musica sonaba a todo volumen y podia reir y llorar. Y ahora estoy aqui, lejos de todo y de todos. En una ciudad turistica con el doble de poblacion que en invierno, marionetas de colores que me aturullan.

Cada noche me acurruco temblando en una cama demasiado grande. Mis libros me hacen compania desde las mesitas de noche y yo cierro los ojos muy fuerte para inventar un sueno y unos labios que me quiten el miedo y el aliento. Pero no hay besos ni abrazos, es un nuevo dia el que llega. Un dia con sol que acaricia la piel y agua fria que muerde los hombros y apuntala las fuerzas.

Hay belleza en este lugar. Tras las manadas de veraneantes se esconden piedras gastadas que murmuran secretos olvidados. Tras este mar transparente donde se refleja la luz de la tarde hay una historia de sangre vertida y voluntades sojuzgadas, de violencia y muerte. Hay belleza en este lugar, pero me cuesta encontrar en mi la alegria para disfrutarla. La sorpresa es una liebre que aguarda en el erial y yo no la encuentro.

lunes, agosto 07, 2006

Las puertas abiertas.

Las puertas siempre permacen abiertas el día del Cristo. Fue la casa en la que vivieron mis abuelos, la casa en la que viví de niña, la casa en la que si todo va como parece viviré yo mañana. Pero sea como sea, esta noche, las puertas siempre permanecen abiertas y ahí estamos todos. Cada uno con nuestros infiernos particulares, pero ahí estamos.

Ahí hemos estado esta noche. Mi hermano con su resaca, mi padre de corbata, mi madre medio borracha y yo estrenando vestido rojo. Esa procesión simboliza nuestras raíces y por eso ahí estamos. No soy creyente ni finjo serlo, pero las viejas caras conocidas, el olor de la cera ardiendo, la luz del fuego y la música de la banda se repiten año tras año desde mi infancia. Esa procesión es mi pueblo y somos todos. Y al igual que Campanilla sólo podía vivir si los niños creen en las hadas, nosotros sólo podremos existir mientras esta noche las puertas siga estando abiertas.

Hoy mi madre se ha echado a llorar. He intentado abrazarla, pero sigo sin saber hacerlo, no sé como acercarme a esa mujer a la que tanto he admirado y no conozco, esa mujer que se hunde lentamente. Demasiado alcohol y pastillas para mantenerse a flote se transforman en lastre que pesa. Cuánta corriente subterránea, cuánto de oculto hay en nuestras vidas. Cuánta mentira agazapada y cuánta verdad resplandeciente y ya no sabemos distinguir unas cosas de otras. No quiero sentir pena por nosotros, nosotros que éramos inteligentes y pudimos tenerlo todo y no sabemos qué perdimos en el camino ni por qué. No, no es pena lo que debemos sentir, ni tampoco el desencanto, aunque sea como sea, al final sólo nos quedan nuestros infiernos particulares y esta noche en la que las puertas permanecen abiertas.

Y así estarán el año que viene.

Y nosotros estaremos allí.