viernes, julio 14, 2006

Perras y princesas.

Utagawa 1850

¿Tan difícil era de entender que lo que ella quería es que la escucharan como a una compañera, la mimaran como a una princesa y la follaran como a una perra?

10 comentarios:

Jorge dijo...

Mmmmm. Ultimamente tengo suerte, encuentro blogs cojonudos.
Por cierto, es un piropo.

. dijo...

Es curioso, se me antoja pensar que lo has puesto por orden decreciente de dificultad.
=P

Sir Alsen Bert dijo...

"Que la follaran como a una perra" Laírgen, qué expresión tan gráfica.

Sólo falta el sonido y a pelo...

Esther Hhhh dijo...

Y bien, ante tanta respuesta masculina, una femenina siempre viene bien...
Estoy deacuerdo con el dr. m, personalmente creo que si se trata de hombres, lo más fácil para ellos es follarnos como perras, lo de mimarnos como princesas, si les sirve como estrategia precanina, entonces suele dárseles más o menos de forma aceptable, ahora eso de escuchar...
Bueno, vale, no seré tan extremista, conozco a uno que escucha... Claro que le pago para ello... Ahora que lo pienso.. ¿Será un prostituto de la escucha?
Besos

Anónimo dijo...

comentario:
Queremos trabajar, tener hijos, amar, ser amigos, tener un sexo fabuloso, ser libres, estar acompañados, comprar muchas cosas, tener tiempo libre, hacer deporte, estar buenísimos, ser comprendidos, ser envidiados, ostentar, discutir, ser felices… y todo esto en un el marco del matrimonio.

Pero claro, no queremos que nos pongan los cuernos, no queremos que nos digan lo que tenemos que hacer, no queremos aburrirnos, no queremos ser infelices, no queremos sufrir, ni decepcionarnos, ni perder de vista las mariposillas del estómago al cabo de unos años.

Pues que nos follen a todas como perras y "muerte" a las princesas, viva la república.

Y porque sé que lo aprecias:
un poema (más adelante te diré de quien).



Ictma

mawa llamina kawchiri chanqa
wyañuy wañu chikuypi
hathun tayta pachacamac
p'aqo apasanka
apukuwa wan tiraj chanqa
hiway
¿maypinchay sañu wat'ejqa
wiñay kawsay chikarichipuxta?*

* arrojado a la frontera intolerable del suicidio /
oh padre Pachacamac /
alacrán dorado exiliado entre los dioses /
dime: / ¿dónde se halla el abismo sacro /
de lo eterno y lo perdido?/

Sir Alsen Bert dijo...

Lo que las palabras no dicen, Esther, lo hacen los sonidos.
Las palabras dicen, gritan incluso, matan a veces.

Enttropia dijo...

Aunque creo que a ella se le olvidó lo más importante: que la amaran como ella era capaz de amar, que se entregaran a ella como ella se entregaba a los demás...

Y esto sí que es lo más difícil, Dr. M.

Esther, también yo considero bien invertido el dinero de los prostitutos de la escucha... A veces, como dice una canción, prefiero las palabras a los hechos.

Eclipse, gracias. Hermoso poema. Eso mismo me pregunto yo, ¿dónde está el abismo de lo eterno y de lo perdido?

Anónimo dijo...

Tan difícil es d entender que no sólo son válidos los deseos en una sola dirección? Por qué prima siempre este sentimiento como si sólo fuera intrínseco en la mujer? A él seguro que tb le hubiese gustado que lo mimaran, follaran y comprendieran....

Enttropia dijo...

¡Por supuesto! :-)

Es cierto que he subrayado una actitud pasiva, pero no me hagas reproches injustos, no era un comentario del cual extraer una ley universal.

Del mismo modo que ella desea ser escuchada, mimada y follada; también desea escuchar, mimar y follar, pero no era de eso de lo que estaba hablando.

Anónimo dijo...

Nadie es quién para reprochar nada. De hecho esta palabra es difícil de emplear pues implica estar en posesión de la verdad (evidentemt subjetiva)absoluta, y eso no nos corresponde a seres imperfectos como nosotros. Simplemente era un apunte referente a la reciprocidad de un deseo. Pero para que exista esa reciprocidad es necesaria la igualdad de criterio entre dos o más personas...cuando uno está en "otro" mundo, difícilmente verá más allá...por más que se esfuerce.