lunes, abril 26, 2010

Química

Me cuesta respirar, estoy asustada. Podría ir al médico mañana y explicarle que los antidepresivos no son suficientes, que la ansiedad sigue enseñoreándose de mi cuerpo, que estoy tan nerviosa que apenas puedo mantenerme en la silla. Puedo decirle que me abrazo a mi misma mientras tengo un nudo en la garganta, que siete años después de dejarlo fumo un cigarrillo tras otro. ¿Pero qué voy a conseguir en la consulta: alprazolam? Vía directa a la autodestrucción, no puedo controlar las benzodiazepinas. Tengo ganas de romperme en lágrimas, ¿qué maldita frustración es la que supura mi piel? ¿Son tan sólo la dopamina y la serotonina desequilibradas? ¿Sólo he de encontrar la dosis justa y mi mundo volverá a verse estable? ¿Han sido estos años de tristeza el mero producto de un desajuste químico unido a una mentalidad soñadora y con propensión a la melancolía? ¿Quién soy yo entonces?

2 comentarios:

kamala dijo...

Todos somos química y sufrir no sirve para nada. Yo fui al médico, y dejé de sufrir. Jamás me he arrepentido, y jamás me arrepentiré. Si los antidepresivos no son suficientes, yo buscaría algo que lo fuera.

Saber quién eres puede esperar. A lo mejor descubres que no es tan importante.

Un abrazo muy fuerte.

Enttropia dijo...

No tengo palabras para agradecerte las tuyas, kamala, mi dulce salvadora mágica aparecida de las entrañas de la Red. Tienes toda la razón y te he hecho caso. He ido al médico y voy a ponerme bien. No sé lo que tardará ni como será, pero al final saldrá todo bien.Al final siempre sale todo bien.

Gracias.