lunes, diciembre 17, 2007

La Emperatriz Infantil se muerde las muñecas.

La Nada devora Fantasía. Durante cuatro años llueve como en Macondo y convierte Fantasía en una gelatina sucia. Un día tras otro de lluvia gris y una sensación viscosa en el vientre. Los pensamientos encharcados, el corazón podrido. El cielo está blando y mojado. Los contornos se difuminan y la realidad se pierde en forma de espiral.

La Emperatriz Infantil se muerde las muñecas. Los pequeños dientes acuchillan la piel mientras sus pensamientos giran y giran sobre sí misma hasta perderse. Los dientes despedazan venas y arterias, manchan de rojo su piel blanca y ella se ha perdido en un universo encharcado, una espera insomne y triste.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

fantasia i la hemperatriz hinfantil estaran a salbo siempre que hun ninyo (manque sea solo huno) crea hen eyo. i haqui tienes ha una panda de ruvis crellendo, crellendo, crellendo...

Anónimo dijo...

Y justo en ese momento, la Emperatriz infantil se despierta con la respiración agitada. Y alivida, mira a su alrededor y encuentra a Fantasía como siempre. Como antes de la pesadilla en la que un niño gordo obligado a soñar no llegaba a salvarla.

Esther Hhhh dijo...

Te vuelvo a notar tremendamente triste... Animate. Todo tiene solución, ya lo veras...

Besos

Anónimo dijo...

No sé quién eres pero me pareció muy triste. Yo también creo en la hija de la luna. Suerte, soy Ziküth