martes, agosto 29, 2006

Fénix.

Detalle de un Fénix. Bestiario de Aberdeen.

Acaba el verano. Se acabaron las tardes en la playa y las noches de mojito en mano en la piazzeta. He vuelto a casa, un piso recalentado por el sol donde mi gato me ha recibido con maullidos de alegría. Está bien después de que me pierdan la maleta en el aeropuerto, seis horas en el tren de la muerte, quedarme tirada en la puerta de casa sin llaves, ni coche, ni teléfono móvil... Pero está bien. Humph encantado de verme y mis amigos también. No se puede vivir un perpetuo verano, las estaciones deben sucederse una tras otra y nosotros vivirlas todas en un perpetuo juego.

Supongo que está bien volver a casa, pararse un poco y mirar alrededor. Seamos un Fénix. Hemos ardido en una explosión de fuego multicolor perfumado de especias y pronto de entre las cenizas surgirá una pequeña larva, la futura ave, la misma de siempre con fuerzas renovadas. Es momento de hacer planes, de pensar en lo que será de nosotros esta nueva temporada que comienza. ¿Será el mismo trabajo de los dos últimos años o me marcharé a Bruselas? Planes, planes y más planes. ¿Retomaré el inglés y la facultad o será demasiado con el italiano? ¿Me decidiré a ser al fin responsable e ir a la piscina todas las semanas? Tanto que aprender, tanto que soñar...

Acaba el verano, vivimos sus últimos coletazos y yo me siento renacer llena de fuerza y de vida. Como el Universo que se expande y contrae, nuestras vidas se agotan y renacen en ellas mismas. Así me convierto en una nueva Doña Aiuola y en mis ramas marchitas brotan tiernas hojas verdes. De mis frutos alimento el mundo y del mundo me alimento yo.

Y todo está bien.

4 comentarios:

Jorge dijo...

Pues viva tú.

Galahan dijo...

Me alegro mucho de todo esto.
Me encantan las dos últimas frases...

Eso sí, me gusta más pensar que el Fenix renace de sus cenizas, vale, pero que no se quemaron con el anterior las experiencias aprendidas.

En una película que no viene al caso repetían un pequeño mantra: "¿Por qué nos caemos?... Para levantarnos de nuevo". La simple fuerza de levantarse le da a uno una energía impresionante. Pero si además aprende a levantarse con fuerza, puede llegar a volar.
Como un ave.
Como un ave fénix.
Y a hacer volar.

El resto, como diría aquel, me importa un pito.

Por cierto, siempre me hizo gracia que el personaje de "guaperas" del "Equipo A" se llamara Fénix, precisamente. Yo creo que era porque en cada capítulo "renacía" con una chati diferente. Cosa poco creíble, por cierto.

Cucho dijo...

Esto sí que es llegar por la puerta grande! Sin llaves, móvil.. ni ná de ná! Vaya faena!
Pero qué bien se te ve! Te ha sentado el viaje de perlas! Estás que te sales! Qué gusto! Hagas lo que hagas con tus planes seguro que acertarás en tus elecciones!
A ver si entre todos hacemos esto más interesante, si cabe!
Besos del que todavía espera sus vacaciones, que no sabes las ganitas que tengo de escaparme y volver como tú, cual ave fénix...( o quizás me pierda y resurja allende los mares...ay...)

Esther Hhhh dijo...

Eso es lo mejor de las escapadas, vuelves como nueva. Ahora espero que al igual que yo, rehagas tu vida al margen de todo, un beso fuertote y ya era hora, ¿eh? que la adicción es muy mala, ya sabes, jejejeje.
Besos