Hoy es uno de esos días. Uno de esos días en los que la angustia es una bola informe en el pecho y el miedo duele en las entrañas. Uno de esos días de guerra contra uno mismo. Uno de esos días en que trenzas una campana de cristal a tu alrededor.
No quiero estudiar. Tengo miedo. Me asusta no lograrlo y después volver a creerme una fracasada. No quiero hacerme más daño. Tengo miedo. Quiero llorar. Quiero un abrazo. Tengo miedo. No quiero hablar con nadie. Quisiera perderme en una novela. Hubo una época en que leía novelas de amor. Me volvían loca las de la época victoriana, con misterio incluído, mansión en la campiña inglesa y final feliz. Después llegó Jane Austen, y aquellas novelas victorianas adquirieron un sesgo de divertida ironía. Tras su final feliz había personajes con entidad, una personalidad propia que pasaría a la historia de la literatura.
A veces alcanzo a comprender el porqué de Blanca, la necesidad de su mordisco en la carne. No es el deseo de morir. Es el de dormir. Alejarse. Soñar.
La realidad tiene aristas que cortan la carne. Y trocitos de espejo roto en las venas. Fluye la sangre negra. La sangre roja. La sangre muerta.
Dijo el hada: aprovecha tus fortalezas. Disfrutas cuando aprendes, aférrate a ello. Eres muy sensible a la belleza, utilízala para calmar tus ansias. Pero no hay belleza. No hay sabiduría. Sólo un miedo patético. Y esta angustia pegajosa que revolotea sobre mi piel.
4 comentarios:
El miedo y el estrés son reacciones normales y necesarias del cuerpo cuando se enfrenta a un peligro, a algo desconocido o que requiere un especial esfuerzo. Es una señal de alerta y es tan nuestro como la paz cotidiana. Lo necesitas ahora para estar alerta. Sólo tienes que mantenerlo a raya para que no pase a angustia. No se puede ser fracasada por estudiar unas semanas para algo tan gordo. Lo normal es es esperar que aunque no salga, ya que es un reto jodidillo, es estar orgullosa de ti, ya encauzada en un estudio que no cae en saco roto y que si no da sus frutos ahora los dará más tarde. Hay gente que estudia años para oposiciones que nada tienen que ver con sus interese y que no les reportan ningún aprendizaje. No es tu caso. Dale un empujoncillo...que el fin de semana tendrás descanso, cena, cine y/o lo que se tercie. Y abrazos te esperan aquí a porrillo. Animo, guapa.
Por ahí hay quien dice que "el que lucha puede perder, el que no lucha ya ha perdido". Tal vez no consigas lo que quieres, pero desdeluego, si no lo intentas, seguro que no lo consigues...
Besitos y suerte
PD: Me plagiaron, Entro y he restringido la entrada al blog. Si quieres acceso, mándame un email a paraules@ono.com y te lo doy ¿ok?
NO, AHORA NO QUIERO LEER ESTAS COSAS, AHORA SE TE VE BIEN, FELIZ, ANIMADA Y CON PROYECTOS. SI NO SALE ESTE ES PORQUE TE ESPERA ALGO MEJOR.
PERO NO HACE FALTA QUE TE LO RECORDEMOS CONSTANTEMENTE.....
TIENES AMIGOS Y GENTE QUE TE QUIERE!
ADELANTE!
POR CIERTO VER TU FOTO CON LA CABRITA ME HA HERIDO DE MUERTE...
AHORA TODO EL MUNDO SE VA A ENAMORAR DE ESA PEQUEÑA CRIATURA.
HOY SI QUE ESTAS GUAPA.
Yo me sentía así el último año de carrera. Iba tan presionada a los exámenes que no rendía todo lo que podía del agobio que me creaba a mi misma.
Luego fue muy diferente. Empecé a estudiar sólo porque me gustaba, no por la obsesión del puto titulito. Ahora me presento a los exámenes con la idea de "responder lo que sepa" sin más, sin estrés. Y resulta que funciona, las cosas van saliendo, antes o después.
Un besito fuerte, relájate que te lo mereces ;)
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