Adán y Eva en el Jardín del Edén
Wenzel Peter (Karlsbad 1745 - Roma 1829)
Hay obras en el paraíso. Las máquinas han entrado sin compasión en mi pequeño país y durante todo el día muerden y aprisionan la tierra entre sus garras de metal. Las oigo sin saber qué hacer. Hoy es miércoles, tampoco trabajo porque mi contrato acabó el viernes. Desde entonces, llevo tres novelas leídas y me siento abrumada por la inmensidad del tiempo libre a mi alrededor. Tengo proyectos, claro, y algunas obligaciones. Quiero escribir un corto y un nuevo relato. Además en un par de semanas me examino del Superior y en un mes son las oposiciones a las que me acabo de apuntar para ver como funcionan. Pero no me apetece meterme en ninguna de esas historias. Hago fotos, leo, y me arrastro por la casa y el jardín sin saber a qué dedicarme. Paso el día sola sin hablar apenas con nadie. Podría coger la cámara y salir de excursión. Quizás lo haga, no sé, me aburro de mí misma. Mi interior vuelve a convertirse en una fiera que no halla reposo encerrada en tan exiguos límites. Inquieta. Vagamente furiosa. Debe ser la serpiente que envenena mis sueños. Pero en el Paraíso eran dos y aquí empiezo a sentirme demasiado sola. ¿Sería por eso por lo que Eva mordió la manzana? ¿Estaba en paro mientras Adán estudiaba oposiciones? ¿También soñaba ella con conciertos y drogas mientras el sonido de los pájaros se mezclaba con el de las máquinas? ¿También se miraba en los espejos para cerrar los ojos ante su reflejo hastiado?
Y mientras tanto oigo las bestias de metal, adelante y atrás, contaminando la paz del paraíso.
1 comentario:
A mi siempre me ha encantado este otro jardín :
http://personal.telefonica.terra.es/web/jack/bosco/delici.htm
Sobre todo el “infierno musical”.
Mira pasar las mariposas, observa las hormigas, aliméntalas, hazte un mojito y repite la operación.
Muack!! Muack!!
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