sábado, diciembre 30, 2006

La Diosa Blanca.

“La mayoría de los científicos, por conveniencia social, adoran a un Dios; aunque no puedo comprender por qué la creencia en un Dios Padre como autor del universo y de sus leyes, parece menos anticientífica que la creencia en una Diosa Madre inspiradora (...)”
Robert Graves, “La Diosa Blanca".
El útero sagrado en que todo fue creado, la tierra que nos viste y alimenta. La vida se escribe en femenino. La virgen, la madre, la amante, la esposa. La mujer en todas sus facetas, en toda su espléndida hermosura, ha sido aplastada y sojuzgada. Se han pervertido sus símbolos y se le ha robado el poder mágico a favor de sociedades patriarcales. No creo en un matriarcado ni en la opresión del hombre, pues toda Diosa Madre ha de tener su consorte, su Joven Dios, el engendrador, la semilla que hará crecer la vida en su cuerpo. Creo en el poder de la Diosa. La armonía y la belleza, el amor, la naturaleza. El abrazo, el canto y la poesía. Creo en la Mujer, en su sabiduría y su belleza. Creo en nosotras y en nuestro poder para transformar de nuevo el mundo.
“Cuando los humanos dejamos de adorarla (a la Diosa) también perdimos nuestra relación con la tierra, dejamos de respetar el ciclo de las estaciones y de la vida en general (...) Las consecuencias de esta pérdida de contacto con el Grial o la Diosa suelen ser la depresión y la sensación de carencia de sentido. Para que la tierra baldía personal de cada individuo recupere su vitalidad debe restablecerse una relación vital con la Madre Naturaleza, la Diosa Madre es el Arquetipo de Madre en su aspecto positivo”.
Jean Shinoda Bolen, “El Viaje a Avalon”
Los antiguos griegos solían decir respecto de sus dioses: “piden poco, solamente que no los olviden”.

2 comentarios:

Esther Hhhh dijo...

¿Y tú que pedirías si fueras diosa? Un beso guapa

Anónimo dijo...

es diosa.