Querida E.
Hace días que ando, yo también, un poco destemplada, el ánimo propenso a la evasión, las ganas suspendidas, las lágrimas a punto de escaparse cada vez que algo mínimo se atreve a rozar con sus dedos mi presente. No siempre soy así, ya me conoces, aunque sea un poquito. Predomina en mis días la sonrisa, el contento y las ganas de hacer broma, la luz y la razón, por encima de todo. Pero a veces suceden los abismos, esos breves retazos de tiempo en que la vida se hace blanda y difusa, desértica, vacía. Sin embargo, tu abrazo de ayer, tu sonrisa todo el tiempo, el lío que montaste, tu mirada encendida, permanecen aún (y quedarán) en mi recuerdo, y a ellas voy (iré) cuando un leve vaivén de azul desasosiego se atreve a hacer temblar con sus negros aullidos mi presente.Te lo dije: hay una luz ahí, dentro de ti, y qué luz. La misma que destilas cuando escribes, cuando pones palabras en el folio. Se nota que te gusta, que dedicas mucho tiempo a trabajar los textos. Pero también que tienes facilidad, que hay un don, y eso ni se vende ni se compra, por mucho que se trabaje. Yo creo que el reto personal en tu caso no está en mejorar la escritura. Yo creo que tu reto está en buscar una voz. Una voz que no sea exactamente la que has aprendido o escuchado en los modelos. Es una voz que forma parte de ellos, que necesariamente tiene que tener algo de ellos, pero que todavía tiene que tomar distancia. Esto no quiere decir que no tengas una mirada y una perspectiva sobre el mundo propias, que la tienes. Esto quiere decir que si ya escribes bien, que si ya lo haces bien entre esas líneas, estoy segura, completamente segura, de que mejor lo harás cuando consigas dominar otros registros. Cuando logres mezclar el tono de ese último cuento que escribiste con la cruda dureza de otros textos. Y eso es un aprendizaje que es muy fácil de decir en teoría, pero que yo aún no he logrado en la práctica. Estoy en ello. Gracias a vosotros. Celebro que tu pluma haya recuperado la movilidad, tus lectores te lo agradecemos.
Medida del desorden de un sistema. Medida de la incertidumbre existente ante un conjunto de mensajes, de los cuales se va a recibir uno solo.
domingo, junio 06, 2010
Querida E.
Homer Winslow 1877
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