El amor tiene muchos lenguajes y muchos idiomas. No hablo de italiano o portugués, de lenguas que suenan ronroneantes como gatitos o suaves somo el satén, hablo de los cinco lenguajes del amor de los que habla Gary Chapman en su obra.
A saber,
Las palabras. Indispensables, más para unos que para otros. Yo las necesito más que el aire que respiro. Sin ellas no existe el amor para mí. Dijo en cierta ocasión Mark Twain "puedo vivir por dos meses con un cumplido, con un reconocimiento." También yo.
El contacto físco. Por supuesto. Las caricias, el hacerse el amor o follar como perros. Quererse al fin y al cabo.
Los regalos, ¿qué sería del amor sin regalarnos cosas el uno al otro?
Los actos de servicio, aunque el nombresuena fatal son las cosas que hacemos por nuestra pareja. Ayudar al otro cuando te necesita o no, o sorprenderle son actos de amor necesarios. Si el hombre renuncia a ver un partido Barcelona Madrid por ir con ella de escaparates (tópco, pero un ejemplo claro), eso sí es una expresión de amor. El amor no es un sentimiento aleatorio sino una elección consciente.
Y por último,
El tiempo de calidad compartido. Cuando hablamos de tiempo de calidad, hablamos de dar a alguien tu atención exclusiva. No vale con un "cariño, ¿qué tal el día? Como siempre", sino el hacer cosas juntos, sacar la relación a otro nivel de la de dormir en la misma cama y comer en la misma mesa mientras se miran los mismos programas de televisión. Significa por ejemplo ir a dar un paseo juntos, hacer cosas juntos pero con la atención dirigida plenamente el uno al otro.
Las relaciones deben ser coterapéuticas. Es decir, cuando pasa la sacudida del enamoramiento, el ¡ah!, el nudo en el estómago y el respirarse y llenarse el alma con el olor del otro se llega a una nueva fase. No es que se haya acabado el amor, lo que acaba es el enamoramiento. Es la parte más difícil en una relación de pareja: la de ayudarse el uno al otro a crecer. Caminar en paralelo por la vida.
Pero debemos tener otra cosa en cuenta, y esta es importante para mí, y es que cuando uno tiene un agujero en el corazón y se mueve desde la carencia, entonces no es libre. No hay una elección libre, eliges sólo porque necesitas sobrevivir y llenar tu vacío. Los psicólogos han concluido que el amor es una necesidad emocional primaria en el hombre.
"El amor, como es entendido y enfatizado en nuestro tiempo, es un sentimiento muy profundo, íntimamente personal, e intransferible. Mucho de nuestra estabilidad emnocional y mental depende de que amemos y nos sintamos amados. Los sentimientos de inferioridad, culpabilidad, dificultades de relacionarse con otros, nacen de corazones que han sentido esa carencia de amor, ya sea en sus relaciones como hijos con sus padres, como amigos, o relacionados con una pareja. Es una necesidad interior que en ocasiones es difícil expresar, pero está siempre presente."
"Nosotros hablamos del amor que es elemento esencial para nuestra sanidad emocional. El sentimiento de pertenencia, de ser deseado, dentro del entorno familiar, es una necesidad básica para la estabilidad emocional de un niño. Con ese amor, el niño probablemente crecerá a una madurez responsable. Si resulta ser una carencia, el niño puede llegar a ser un adulto "disminuido" en su ser emocional y social.Más duro que el enfriamiento de una relación de pareja es lo que viene cuando por una parte o por otra se intenta mejorar la situación y la otra parte no responde. Quizás más que responder a veces reacciona con hostilidad a gestos que lo que quieren es reclamar un amor que se está marchitando."
"Gary Chapman presenta la imagen de un depósito vacío como el corazón de una persona con carencia de amor. Muchas veces una carencia de amor puede ser la fuente de un comportamiento rebelde, irascible, o como los psicólogos lo llaman, un comportamiento desviado. No son expresiones de odio sino un clamor a voces de que el niño o el adulto no se siente amado. El matrimonio, la paternidad, aún la amistad son relaciones que suplen en diferentes niveles ese amor que todos necesitamos. El flechazo en la pareja, un nuevo nacimiento, una nueva amistad, suple esa necesidad por un tiempo, pero a no ser sostenido con un amor que va madurando, es un sentir tristemente perecedero. En el peor de los casos, puede ser tan solo "un puntazo" o un remiendo de una adolescencia difícil o de una relación conflictiva."
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