domingo, octubre 01, 2006

Rota.

Pena
Vicent Van Gogh 1882


No puedo seguir así, quiero pedir ayuda y no sé como, no sé donde. Hay momentos en los que me siento enloquecer. Estoy tumbada, con los ojos cerrados, y dentro de mí una especie de huracán lo agita todo y me entra vértigo y quiero gritar y llorar. Algo se me ha roto. Siento los añicos cortarme por dentro.

Cachitos de mi espejo interior clavándose en la carne, haciéndome sangrar.

Quien me quiere se preocupa por mí. Me riñe. Dice que no puedo saltar de abrazo en abrazo, de cama en cama. Que no debo buscar otro hombre que me cure las heridas del anterior. Que debo aprender a estar bien sola, que debo serenarme.

Y yo la miro en silencio. Y sé que tiene razón, pero pienso que si un abrazo me calma por una noche la opresión en el pecho y las ganas de arañarme la piel no puede ser tan malo. No puede serlo si una charla, un paseo y un poco de cariño me devuelven mi yo por unas horas. Pero en algo debo equivocarme. Y me repite que se preocupa por mí, que no hago caso de lo que me dice, que no quiere volver a oirme hablar de pastillas o cocaína. Y yo digo que estoy bien, que no se preocupe por mí, pero me tiembla la voz y de pronto la conversación se vuelve incómoda. Nos malinterpretamos. Cree que le digo que mis amigos no me sirven y yo no sé como decirle que sin ellos estaría muerta. Y de pronto estoy muy cansada. Y de pronto no puedo más.

La mayor parte del tiempo estoy bien, actúo con calma y coherencia, no hago tonterías. Sólo de vez en cuando rompo a llorar o me siento medio ida. Supongo que los tranquilizantes ayudan, o no, ¿quién sabe? quizás no han servido ni para bien ni para mal, sólo para sentir que me asomaba a una nueva oscuridad. Pero mañana iré a ver a mi hada buena y le explicaré y ella me ayudará. Pondremos cada cosa en su sitio. Me dirá que no debo preocuparme, que es un proceso normal. Que estaba muy débil, convaleciente de aquel amor convulso, y que el último golpe, aún sin ser muy fuerte, ha herido lo que ya era frágil. Me dirá que no me estoy volviendo loca, que son mis pensamientos que se agitan como avispas enfurecidas y me repetirá aquello de las carencias afectivas.

Que tengo un agujero en el corazón.

6 comentarios:

Africanoaf dijo...

Existen personas que deben acostumbrarce a eso de "estar solo" no se si es tu caso... Pero con el tiempo, que es el mismo que el tuyo, he aprendido lo bien que hace ver tu rostro en soledad...
Como siempre, el principio es duro, mejor diria doloroso, pero si hay algo peor es esperar nuevos brazos inconcientes que nos traigan un poco de aquello que decimos nesecitar..., como un cigarro, una raya, un pico, lo que sea...
La soledad no es la solucion completa... Pero seguramente complementa el resto de la cura de nuestras heridas, feitas de espejos en el corazon.

Galahan dijo...

La Tierra está formada de mil fragmentos. Y La Tierra es preciosa.
Eso sí, tardó en formarse algo más que meses. Poco a poco...

Esther Hhhh dijo...

Pues sí que estamos buenas. Ambas peleandonos con nosotras mismas. Por mi parte he asumido la soledad pero aún así a ratos me riño con ella. A ti te veo todavía aceptándola. Yo he tardado 27 años, más o menos, creo que esto no te va a consolar. Pero se aprende, con el tiempo se aprende. Aun así tienes toda la razón, los abrazos, aunque sean de una noche, hacen tanto bien. Hace tanto bien que un alguien se pase abrazándote toda una noche, aunque luego desaparezca y te sientas más sola todavía. Y el frío que desprende ese agujero negro que tienes tu corazón vuelva a invadirlo todo. Pero por una noche dejó de sentirse frío ahí dentro.
Tranquila Entropia, al final aprendemos. Y somos guerreras, recuerda, no podemos rendirnos...
Mil Besitos cielo. Al final saldremos de esta y seremos todavía más fuertes. Te lo prometo.
Otros mil besitos, por si los anteriores no fueron bastantes...

Cucho dijo...

mmm...carencias afectivas...
pero si nos tienes a nosotros!!!
Anda, a ver si nos explotas más y verás que no necesitas tanto de "maromos" que no hacen más que crear falsas ilusiones. Lo verdaderamente seguro es que los amigos y la familia fallan mil no, mil millones de veces menos que cualquier posible amago de pareja. Pero para eso es necesario que los amigos sean ciertos, pues para irnos de copas todos lo somos...es bastante fácil serlo sólo así...

Anda, que ya tengo movil, a ver si te animas, me llamas y nos tomamos algo tranquilamente y cambias de "aires".

Besos bonita.

Cucho dijo...

querida amiga Entropía. No sé qué es lo que ocurre pero cada día que pasa y te busco en el blog... Por qué ya no escribes nada? Espero encontrarte pronto, pues a más de uno de aquí nos haces ya falta. Anda, haz un esfuerzo...
Besos enormes y tan grandes que no caben en el monitor!! Muacs muacs, muacs

Sir Alsen Bert dijo...

... y que eres una gran escritora...