domingo, junio 11, 2006

El cristalito mágico.

Kay y Gerda en el jardín del terrado de su casa
Ilustración de Arthur Rackham para
"La Reina de las Nieves"

Atención, que vamos a empezar. Cuando hayamos llegado al final de esta parte sabremos más que ahora; pues esta historia trata de un duende perverso, uno de los peores, ¡como que era el diablo en persona! Un día estaba de muy buen humor, pues había construido un espejo dotado de una curiosa propiedad: todo lo bueno y lo bello que en él se reflejaba se encogía hasta casi desaparecer, mientras que lo inútil y feo destacaba y aún se intensificaba.

La Reina de las Nieves
Hans Christian Andersen

Así empezaba el cuento. Pero el espejo que ese duende malo había fabricado para divertirse se rompió en mil pedazos que volaron a todos los rincones del mundo. Algunos cristalitos tenían el tamaño de un grano de arena y a veces se metían dentro de la gente. Si esto ocurría, el trocito de cristal mágico se clavaba en el corazón y lo transformaba en algo parecido al hielo. Amar se convertía entonces en algo difícil y extraño, un bosque prohibido lleno de rincones oscuros que dan miedo.

Os lo puedo contar porque así fue como me ocurrió a mí.

3 comentarios:

Africanoaf dijo...

Pero a pesar de que ese cristalito le congelo el crazon, se ve que desde dentro, su calor, ud. misma o la infinitisima parte que uno tiene de Dios, lo viene descongelando..., sera cuestion de esperar mucho???
No importa, siempre se descongela.

Anónimo dijo...

Ese fragmento de cristal, ahora convertido en arena, se mece con las olas de tu respiración, así poco a poco, como hipnotizado, el corazón asciende hasta la playa se expone al sol y sueña con gaviotas.

Desde la isla de una cama que está viva, se mueve y me tira. Un beso.

Anónimo dijo...

Hola , aqui estan los 7 capitulos de ese libro:

http://www.todocuentos.es/view.php?tipus=C

hay buscas y dice la reina de las nieves & Salen todas las partes :)

Adiós!