martes, junio 20, 2006

Me importa un pito.


No sé, me importa un pito que las mujeres tengan los senos
como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de
papel de lija. Le doy importancia igual a cero, al hecho de
que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento
insecticida. Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz
que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias;
¡pero eso sí! -y en esto soy irreductible- no les perdono,
bajo ningún pretexto, que no sepan volar. Si no saben volar
¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme!

Oliverio Girondo
Espantapájaros 1932

2 comentarios:

Clarita dijo...

Sobre el vuelo

Abandoné las sombras,
las espesas paredes,
los ruidos familiares,
la amistad de los libros,
el tabaco, las plumas,
los secos cielorrasos;
para salir volando,
desesperadamente.
[...]
Ya no existía nada,
la nada estaba ausente;
ni oscuridad, ni lumbre,
-ni unas manos celestes-
ni vida, ni destino,
ni misterio, ni muerte;
pero seguía volando,
desesperadamente.

Oliverio Girondo

Africanoaf dijo...

Estoy distraído hace unos días..., muy distraído de todo..., en mi distracción me encuentro con cosas hermosas por el camino, por supuesto aun nadie que peda volar.
Encuentro una versión en vivo de "As I sat sadly by her side" en Venecia, y encuentro que una mujer (muy bonita) filmó un documental sobre Leonard Cohen, tal vez ella pueda volar, ya que pudo convencer a Cohen a que se ponga frente a una cámara ajena.