Estaba acostada cuando de pronto las piezas han encajado otra vez. ¡Qué atajo de chorradas soy capaz de escribir! Había vuelto a perderme en las palabras mientras la Vida está ahí fuera. El dolor y la muerte. La belleza. La miseria. No hay nada en otra parte. Todo está aquí. Tan cerca que sólo hay que alargar la mano y tocar. No hay más sentido que el que queramos buscar. No hay más vida verdadera que esta. Nada más.
Mis disculpas. Mis felicitaciones.
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