Ilustración de C. E. Brock para la novela Emma de Jane Austen
Edición de 1909
Jane. Charlotte, Carlota. Magdalena. Sofía.
- ¡No puedes poner esos nombres a tu hija!
- ¿No?
Jane. Charlotte, Carlota. Magdalena. Sofía.
No, no puedo.
Vosotras, tú, el otro yo posible, la oportunidad de apagar este proyecto de vida fracasado y empezar uno nuevo. Poco importa donde se rompió E., donde se volvió frustrante.
Pero no, así no debe ser, habrá que encontrar otro camino.
Esconderse en un lugar oscuro, una mansión de paredes rezumantes de humedad, una habitación con muebles de madera. El campo, largos paseos por el campo, siento el sol calentarme el rostro. Bañarse en el río, el agua fría estremece la piel. Calor, frío y largos paseos. Leer, leer, escribir. Un relato olvidado. Personajes, mujeres que lloran. Cerrar los ojos y abrirlos con una nueva mirada. No pensar, dejar que los pensamientos se acerquen y me tomen, que desaparezcan. No exprimirme el cerebro, no frotarse las sienes doloridas. Sólo el sol en el rostro y el campo a mi alrededor.
¿Hay que morir para renacer?
Tomar un tren. Llegar a Escocia, más allá de las Highlands, el norte verde y frío. Los lagos oscuros y negros. Las corrientes oscuras. Los castillos en ruinas.
Hay una mujer en un autobús en Cornualles. Es un día soleado. Vuelvo del final de la tierra, Land's End, y soy joven y feliz. Contemplo a esa mujer y quiero ser como ella. Valiente, independiente.
Es nuestra luna de miel. Los condes de la isla escuchan con una sonrisa. Un palacio de cuento, jardines que llegan al mar.
Dejar de pensar, fluir, sólo eso, ser río, agua fría y transparente; ser sol y piel caliente, una sonrisa y ojos entrecerrados; pies descalzos en la hierba; cantos redondeados por el agua del río, piedra suave, caliente por el sol. Dejar que la vida sea savia en mis venas, enseñar a la E. perdida a ser fuerte y hermosa. Coger la mano de esa pequeña, acariciarle la carita, abrazarla, dejarla llorar hasta que se duerma agotada en mis brazos. Esa niñita me necesita, quiero cuidarla, aprenderé a hacerlo.
Jane. Charlotte, Carlota. Magdalena. Sofía.
¿Sabías que Emma es nombre de reina? Mucho antes de que Guillermo desembarcara en Hastings, antes del año mil. Cuando los reyes de aquella tierra verde tenían nombres élficos.
Jane. Charlotte, Carlota. Magdalena. Sofía.
5 comentarios:
Ahora también Sofía?
Joer, que ese no es ya original, que se lo han pedido los bobones ortiz rocasolanos. Suena a surtido de chocolates.
Y sí, Emma es un nombre precioso.
para mi emma es un nombre horrible y bastante hortera, del estilo de jane.
Muy valiente, viniendo de un "anónimo".
Aunque mejor pensado, no digas el tuyo, pues pasaría a ser un nombre marcado por la cobardía.
Muy listo este Galahan pero no es cuestión de cobardía, no tengo blog para linkear...pero si tanto necesitas saber mi nombre, soy Nacho.
Por cierto ¿qué hay de malo en opinar si te gusta o no un nombre? En el post se habla mal de otros nombres, solamente vierto mi opinión. Si puedo, vamos.
Lindo y emma me gusta, creo que mas esteticamente por las dos M que por sonoridad pero me gusta...
Y lo escrito es muy bueno Mi querida amiga entropica... Muy bueno...
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