“Nunca seré vencida. Sólo a fuerza de vencer. Puesto que cada una de las trampas que sorteo me encierran en el amor, que acabará por ser mi tumba, terminaré mi vida en un calabozo de victorias. Sólo la derrota encuentra llaves y abre puertas. La muerte, para alcanzar al fugitivo, se ve obligada a moverse, a perder esa fijeza que nos hace reconocer en ella al duro contrario de la vida. Nos da la muerte del cisne golpeado en pleno vuelo; la de Aquiles, agarrado por los cabellos por no se sabe qué Razón sombría. Como en el caso de la mujer asfixiada en el vestíbulo de su casa de Pompeya, la muerte no hace sino prolongar en el otro mundo los corredores de la huida. Mi muerte, la mía, será de piedra. Conozco las pasarelas, los puentes giratorios, todas las zapas de la Fatalidad. No puedo perderme. La muerte, para acabar conmigo, tendrá que contar con mi complicidad”
Marguerite Yourcenar
Fuegos 1936
3 comentarios:
A mi siempre me ha gustado la idea de que la muerte venga a buscarme y convencerla para jugar una partida de... sí, ya, la idea es que sea de Ajedrez pero creo que sería más cercana... una de La Oca.
Claro que ella tendría ventaja... ¡si hasta tiene una casilla propia! Pero bueno, sería muy divertido...
Muy buen recorte literario, como siempre.
Genial, sin duda... Me ha encantado
Besitos
Entiendo que esperará a la muerte estática, rígida, sin inmutarse como una piedra. No huye de ella ni ahora ni incluso después de muerta...pero morirá por amor..
Es correcta mi interpretación?
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