Qué bonito, pienso, al ver el reguero de sangre roja sobre mi piel pálida. Es de noche y fumo en el balcón del hotel. Este limbo perdido en un agujero del tiempo y los mapas. Qué bonita la sangre sobre el blanco de la piel. No voy a limpiarla, la dejaré hasta mañana. Buenas noches, entrópicos. La entropía nunca fue más intermitente. Ya no hay suelo bajo nuestros pies, el caos y la confusión se han adueñado del mundo. Ha llegado el Reinado de la Incertidumbre y como dirían los Starck, se acerca el invierno. Lameré mis heridas a mi manera. Esta noche: helado y película de chicas después del baño. Me mimaré mientras espero el fin del mundo o un nuevo renacer. Arderé en el fuego como buena salamandra y de él saldré indemne y fortalecida. Buenas noches entrópicos. Estad atentos, el fin y el comienzo están cada vez más cerca.